Cacique
Ayer desperté contigo. Hoy también. Ahora que pienso…. No recuerdo la última vez que me acosté sin tí. Tampoco recuerdo si lo hice. A veces abrazados, a veces separados. No recordaba lo dependiente que me había vuelto. Fuiste la salida, mas no la solución que esperaba.
Muchas veces me dejabas inconsciente. No recordaba ni quién era. Yo era un vil trapo al lado tuyo. Lo peor es que no podía contarle a nadie de nuestra relación. Generaría risas.
Tu fuiste el único motivo que me hizo ir a un psicólogo. Era un profesor. Le restregué en la cara que no me servía para nada y te mostré frente a él. Decenas de copias tuyas. Lo golpeé. Después no lo vi más
A tí te encontré casi sin querer. Momentos de debilidad. De escape. No soportaba mi «hogar» y encontré en tí un refugio. Me sentía sofocado. Ahogado. Al principio era juego, eran risas, éramos muchos como para que te fijaras en mí. No era especial para tí. Hasta que encontraste probablemente el eslabón mas débil. Un lugar donde agarrarte. En el que aferrarte. No recuerdo el momento exacto en el que las visitas en la tarde se convirtieron visitas nocturnas, mañaneras, madrugadas. Los dos solos. Te permití un paso más. Se convirtió en algo tóxico. Yo no me daba cuenta. Es increíble que esté romantizando mi relación contigo. Pero era lo que sentía.
Para muchos eras un día de juego de la tarde, un acompañante. Para mí, una salida… No recuerdo el momento exacto en el que quedé enganchado contigo… Pero lo que sí recuerdo son las secuelas de varios días contigo. Por tí perdí amistades, relaciones, rutina, y mi vida propia. Lo peor.. es que 15 años después y no tengo recuerdos de ellos. Tu podías pasar desapercibido porque estábamos entre amigos. Aunque yo sólo te quería para mí.
No podía comentarlo… Algunas veces me desparramé y lloré. Allí, en una calle que no conocía.
Me hubiera encantado solucionarlo sin tí, pero llorar en mi casa era un acto prohibido. Una pérdida de valores.
Un día desperté en otro lugar desconocido contigo. Entre escombros, mareos, dudas. Levanté el celular como siempre, ví la hora como siempre, pero esta vez ví la fecha. Llevaba mucho tiempo sin prestarle atención. Me entró un vacío. No sabía lo que había hecho en los últimos 4 meses. Repasé y repasé en mi mente recuerdos y no encontré respuesta. Pasé minutos y minutos. Lagunas, momentos puntuales, peleas, lloros, caminatas sin rumbo y poco más encontré en ese baúl. No había recuerdos de un café por la mañana, de un beso mágico, de sentarme a escribir, de mandar un mensaje de texto. No había nada. El momento más angustiante que haya tenido.
En ese momento, rescaté mi esencia. ¿Quién era yo realmente? ¿ qué era lo que quería? ¿Cómo comencé contigo? te pregunté cuanto llevábamos en ésta relación. ¿6 meses? ¿1 año? . No me supiste contestar. Hasta hoy, no lo recuerdo.
Al final estaba en el mismo punto del comienzo. Seguía igual pero con menos tiempo disponible.
Tuve que terminar porque no estaba avanzando. Me prometiste cosas que no cumpliste. O quizás fueron simplemente ilusiones que me generé contigo.
Hoy es otro recuerdo más del pasado. Hoy agradezco que no haya sido mas tiempo. No te negaré que me sigues encantando, solo que ahora te soy indiferente, y ya no te miro de la misma forma.
Nos seguiremos viendo…
#Avance2doLibro